BIOGRAFIAS
FRANCISCO MORAZAN
Criollo de origen corso, nació el Tegucigalpa (1792), murió en San José Costa Rica (1842).
Oficial del Alcalde de Primera Nominación de Tegucigalpa en 1819, escribano ocasional del Alcalde Mayor Narciso Mallol, defensor de oficio, particularmente en caso judiciales en materia civil y criminal; en 1821 se alistó en la fuerzas voluntarias organizadas por el Ayuntamiento de Tegucigalpa en le defensa de población ante las pretensiones hegemónicas de Comayagua por medio del Gobernador Intendente José Gregorio Tinoco de Contreras.
Morazán figuró inicialmente como Capitán de una de las compañías y después como Teniente de Comando del Primer Batallón. En 1824 fue designado por el Jefe de Estado de Honduras, Dionisio de Herrera como Secretario de Estado y del Despacho General, cargo que desempeñó hasta en 1826, pasando a ocupar el puesto de Presidente del Consejo Representativo en este año; contrajo matrimonio con Josefa Lastiri.
Su primera acción bélica defendiendo al Estado de Honduras en contra de los ataques del Presidente Federal Arce ocurrió en 1827 en la Hacienda de la Maradiaga. El 11 de noviembre de ese año venció a José Justo Milla en La Trinidad, siendo nombrado Jefe del Estado de Honduras.
Venció en Gualcho (El Salvador), en 1828, a Vicente Domínguez y a las fuerzas comandadas por Arce y Aycinena.
En El Salvador organizó al Ejército Aliado Protector de la Ley con el cual penetró a Guatemala, derrotando en Las Charcas a las fuerzas federales, en 1829, capturando la capital guatemalteca y convocando al Congreso y al Senado Federal disueltos por Arce.
Debió trasladarse a Honduras para hacerle frente a la insurrección de Olancho, logrando, mediante proclama del 22 de noviembre, que depusieran las armas en Las Vueltas del Ocote el 21 de enero de 1830.
Como Jefe de Estado de Honduras, Morazán introdujo la imprenta, publicándose el periódico oficial Gaceta del Gobierno.
En junio fue electo Presidente Federal de Centro América, tomando posesión el 16 de septiembre de ese año.
Implantó el sistema de juicio por jurados, basándose en el Código Livingston de Louisiana; se clausuraron los conventos y en su lugar se abrieron escuelas, declarándose la enseñanza gratuita y obligatoria.
Se implantó la libertad de cultos y la de imprenta, se comisionó a ingenieros holandeses que realizaran los estudios preliminares previos a la construcción del canal interoceánico por Nicaragua.
En 1832 trasladó la capital federal a San Salvador a fin de hacer frente a la decisión de la Asamblea de este Estado que había decretado su separación del Pacto Federal, decisión que reflejaba las suspicacias y resentimiento de los Estados ante la hegemonía que tradicionalmente habían impuesto Guatemala y los intereses comerciales de esa ciudad.
En la acción de Jocoro se impuso a las fuerzas separatistas. Las invasiones del ex-Presidente Arce, de Domínguez y Guzmán, fueron repelidas. En 1834 el Congreso Federal practicó nuevo escrutinio para elegir nuevo Presidente Federal en vista que el ganador, José Cecilio del Valle, había fallecido antes de poder tomar posesión del cargo. Recayó el nombramiento nuevamente en Morazán.
En 1837 se inició la rebelión indígena-campesina guatemalteca comandaba por Rafael Carrera y apoyada por el Partido Conservador y el clero, cuyos más altos jerarcas habían sido expulsados a Cuba.
En abril de 1839 capturó la ciudad de Guatemala rechazando la dictadura que le ofrecía la élite de la misma.
El Congreso Federal, reunido en San Salvador emitió el 30 de mayo un decreto por el cual los Estados quedaban en libertad para constituirse del modo que tuvieran por conveniente y se le ordenó a Morazán que regresara a la capital Federal.
Nuevamente la élite guatemalteca solicitó su presencia, temerosos del alzamiento de Carrera, desplazándose hacia ese Estado; por segunda vez se le ofreció la dictadura y nuevamente declinó tal propuesta.
En octubre los Estados de Honduras, Nicaragua y Costa Rica rompieron el Pacto Federal.
En El Espíritu Santo venció a Francisco Ferrera el 5-6 de abril y el 25 de septiembre lo derrotó nuevamente en San Pedro Perulapán.
En 1840 depositó el mando en el Vice-Jefe del Estado de El Salvador y marchó a Guatemala, ocupando la ciudad el 18 de marzo pero viéndose forzado a retirarse ante el sitio impuesto por Rafael Carrera, regresando a San Salvador el 27 de marzo, tomando la decisión de abandonar América Central, embarcándose el 8 de abril con rumbo a Costa Rica, donde se le negó el desembarco dirigiéndose a Chiriquí, entonces territorio Colombiano y luego a David, donde escribió el Manifiesto el 16 de julio y sus Memorias, las que quedaron inconclusas. Por cuatro meses se trasladó a al Perú. Aquí se enteró de la amenaza inglesa sobre la soberanía nicaragüense, al haber capturado del puerto de San Juan del Norte, y ante las excitativas tanto del Supremo Director de esa nación como de su Ministro General a fin de retornará a prestar sus servicios militares ante el peligro británico que deseaba controlar su proyectada ruta canalera interoceánica, decidió retornar al istmo, desembarcando en la Unión el 15 de febrero para luego dirigirse a Costa Rica donde las fuerzas que envió Braulio Carillo para combatirlo, al mando de Vicente Villaseñor se adhirieron a la ausa morazanica, asumiendo la Jefatura de ese Estado, donde la Asamblea Constituyente lo declaró Jefe Supremo Provisional, Benemérito y libertador.
Una rebelión ocurrida en San José provocó la captura y fusilamiento de Morazán el 15 de septiembre de 1842.
Tanto Luis Chávez Orozco como Medardo Mejía sostienen que Morazán fue el líder de la pequeña burguesía Centroamericana y que su genio radica en haber percibido la estructura económica a trazada de Centro América que no guardaba relación con lo que podría rendir su potencialidad y lo que necesitaba para elevarse a la condición de país desarrollado... dándose cuenta que los responsables de la trazo «son las clases que por beneficiarse de la organización económica semi-feudal eclesiástica aprovechaban su predominio en el poder político para defender la contra la inmensa mayoría del pueblo...
Desgraciadamente, Morazán... no logró erigir el Estado de su deseo por la clase que lo apoyaba era muy débil y los campesinos... no habían acumulado la suficiente fuerza explosiva para aniquilar los fortines de los hacendados feudales...
Ramón Oquelí sostiene: «Nos encontramos ante una figura compleja. en que se entremezclan el hombre de pensamiento y de acción, el romántico y el pragmático... su figura sólo podrá ser correctamente enfocada, cuando la alojemos dentro del marco general del desarrollo y fracaso de la Federación... Hasta el momento, al polemizar sobre su figura, se le magnifica unilateralmente, con la apología y la diatriba, sin clarificar adecuadamente otra figuras individuales y la totalidad del preceso...»
Para Ramón Rosa: «Predominaban en él la fuerza reflexiva y la entereza en las resoluciones... equivocado algunas veces, no en el fondo de su sistema, pero sí en la apreciación de sus aplicaciones... La vida de Morazán entraña no tanto una serie dilatada de hechos, de esfuerzos y heroísmos, cuando una serie de altas ideas y de fecundas enseñanzas... cometió gravísimos y trascendentales errores en su vida militar y política... pero si hay errores en la vida del guerrero y del político, nunca pueden hallarse crímenes en la vida del república... Morazán, aunque equivocado algunas... es y será un gran modelo... habían en él tres eminentes cualidades: firmeza de voluntad, inteligencia perspicaz y previsora y una sensibilidad delicada...»
Rafael Heliodoro Valle escribió: «En abril de 1829, cuando México se debatía en la guerra civil a causa de la primera sucesión Presidencial, un hombre extraordinario intentaba en la República Federal de Centro América la primera reforma liberal de este continente... Año ilustre en la historia de las ideas, porque Francisco Morazán daba el primer golpe formal de una casta que durante el régimen español se sentía con la misión providencial de monopolizar riqueza y privilegios... por eso, Morazán, sin que América se enterara de su osadía, por la falta de comunicaciones, daba desde Guatemala un nuevo y viril acento en la Historia de América, haciéndose democracia efectiva, llamando a cuentas a quienes no querían rendirlas y abriendo audazmente la brecha de la reforma. Creía en el gobierno del pueblo y para el pueblo, desde antes de Lincoln. Defendía la ley frente a las arbitrariedades de los que se imaginaban que una nación es el patrimonio de unos cuantos. Tenía fe en el progreso humano, en la dignidad de conciencia, en la salvación del hombre».
FRANCISCO MORAZAN
Criollo de origen corso, nació el Tegucigalpa (1792), murió en San José Costa Rica (1842).
Oficial del Alcalde de Primera Nominación de Tegucigalpa en 1819, escribano ocasional del Alcalde Mayor Narciso Mallol, defensor de oficio, particularmente en caso judiciales en materia civil y criminal; en 1821 se alistó en la fuerzas voluntarias organizadas por el Ayuntamiento de Tegucigalpa en le defensa de población ante las pretensiones hegemónicas de Comayagua por medio del Gobernador Intendente José Gregorio Tinoco de Contreras.
Morazán figuró inicialmente como Capitán de una de las compañías y después como Teniente de Comando del Primer Batallón. En 1824 fue designado por el Jefe de Estado de Honduras, Dionisio de Herrera como Secretario de Estado y del Despacho General, cargo que desempeñó hasta en 1826, pasando a ocupar el puesto de Presidente del Consejo Representativo en este año; contrajo matrimonio con Josefa Lastiri.
Su primera acción bélica defendiendo al Estado de Honduras en contra de los ataques del Presidente Federal Arce ocurrió en 1827 en la Hacienda de la Maradiaga. El 11 de noviembre de ese año venció a José Justo Milla en La Trinidad, siendo nombrado Jefe del Estado de Honduras.
Venció en Gualcho (El Salvador), en 1828, a Vicente Domínguez y a las fuerzas comandadas por Arce y Aycinena.
En El Salvador organizó al Ejército Aliado Protector de la Ley con el cual penetró a Guatemala, derrotando en Las Charcas a las fuerzas federales, en 1829, capturando la capital guatemalteca y convocando al Congreso y al Senado Federal disueltos por Arce.
Debió trasladarse a Honduras para hacerle frente a la insurrección de Olancho, logrando, mediante proclama del 22 de noviembre, que depusieran las armas en Las Vueltas del Ocote el 21 de enero de 1830.
Como Jefe de Estado de Honduras, Morazán introdujo la imprenta, publicándose el periódico oficial Gaceta del Gobierno.
En junio fue electo Presidente Federal de Centro América, tomando posesión el 16 de septiembre de ese año.
Implantó el sistema de juicio por jurados, basándose en el Código Livingston de Louisiana; se clausuraron los conventos y en su lugar se abrieron escuelas, declarándose la enseñanza gratuita y obligatoria.
Se implantó la libertad de cultos y la de imprenta, se comisionó a ingenieros holandeses que realizaran los estudios preliminares previos a la construcción del canal interoceánico por Nicaragua.
En 1832 trasladó la capital federal a San Salvador a fin de hacer frente a la decisión de la Asamblea de este Estado que había decretado su separación del Pacto Federal, decisión que reflejaba las suspicacias y resentimiento de los Estados ante la hegemonía que tradicionalmente habían impuesto Guatemala y los intereses comerciales de esa ciudad.
En la acción de Jocoro se impuso a las fuerzas separatistas. Las invasiones del ex-Presidente Arce, de Domínguez y Guzmán, fueron repelidas. En 1834 el Congreso Federal practicó nuevo escrutinio para elegir nuevo Presidente Federal en vista que el ganador, José Cecilio del Valle, había fallecido antes de poder tomar posesión del cargo. Recayó el nombramiento nuevamente en Morazán.
En 1837 se inició la rebelión indígena-campesina guatemalteca comandaba por Rafael Carrera y apoyada por el Partido Conservador y el clero, cuyos más altos jerarcas habían sido expulsados a Cuba.
En abril de 1839 capturó la ciudad de Guatemala rechazando la dictadura que le ofrecía la élite de la misma.
El Congreso Federal, reunido en San Salvador emitió el 30 de mayo un decreto por el cual los Estados quedaban en libertad para constituirse del modo que tuvieran por conveniente y se le ordenó a Morazán que regresara a la capital Federal.
Nuevamente la élite guatemalteca solicitó su presencia, temerosos del alzamiento de Carrera, desplazándose hacia ese Estado; por segunda vez se le ofreció la dictadura y nuevamente declinó tal propuesta.
En octubre los Estados de Honduras, Nicaragua y Costa Rica rompieron el Pacto Federal.
En El Espíritu Santo venció a Francisco Ferrera el 5-6 de abril y el 25 de septiembre lo derrotó nuevamente en San Pedro Perulapán.
En 1840 depositó el mando en el Vice-Jefe del Estado de El Salvador y marchó a Guatemala, ocupando la ciudad el 18 de marzo pero viéndose forzado a retirarse ante el sitio impuesto por Rafael Carrera, regresando a San Salvador el 27 de marzo, tomando la decisión de abandonar América Central, embarcándose el 8 de abril con rumbo a Costa Rica, donde se le negó el desembarco dirigiéndose a Chiriquí, entonces territorio Colombiano y luego a David, donde escribió el Manifiesto el 16 de julio y sus Memorias, las que quedaron inconclusas. Por cuatro meses se trasladó a al Perú. Aquí se enteró de la amenaza inglesa sobre la soberanía nicaragüense, al haber capturado del puerto de San Juan del Norte, y ante las excitativas tanto del Supremo Director de esa nación como de su Ministro General a fin de retornará a prestar sus servicios militares ante el peligro británico que deseaba controlar su proyectada ruta canalera interoceánica, decidió retornar al istmo, desembarcando en la Unión el 15 de febrero para luego dirigirse a Costa Rica donde las fuerzas que envió Braulio Carillo para combatirlo, al mando de Vicente Villaseñor se adhirieron a la ausa morazanica, asumiendo la Jefatura de ese Estado, donde la Asamblea Constituyente lo declaró Jefe Supremo Provisional, Benemérito y libertador.
Una rebelión ocurrida en San José provocó la captura y fusilamiento de Morazán el 15 de septiembre de 1842.
Tanto Luis Chávez Orozco como Medardo Mejía sostienen que Morazán fue el líder de la pequeña burguesía Centroamericana y que su genio radica en haber percibido la estructura económica a trazada de Centro América que no guardaba relación con lo que podría rendir su potencialidad y lo que necesitaba para elevarse a la condición de país desarrollado... dándose cuenta que los responsables de la trazo «son las clases que por beneficiarse de la organización económica semi-feudal eclesiástica aprovechaban su predominio en el poder político para defender la contra la inmensa mayoría del pueblo...
Desgraciadamente, Morazán... no logró erigir el Estado de su deseo por la clase que lo apoyaba era muy débil y los campesinos... no habían acumulado la suficiente fuerza explosiva para aniquilar los fortines de los hacendados feudales...
Ramón Oquelí sostiene: «Nos encontramos ante una figura compleja. en que se entremezclan el hombre de pensamiento y de acción, el romántico y el pragmático... su figura sólo podrá ser correctamente enfocada, cuando la alojemos dentro del marco general del desarrollo y fracaso de la Federación... Hasta el momento, al polemizar sobre su figura, se le magnifica unilateralmente, con la apología y la diatriba, sin clarificar adecuadamente otra figuras individuales y la totalidad del preceso...»
Para Ramón Rosa: «Predominaban en él la fuerza reflexiva y la entereza en las resoluciones... equivocado algunas veces, no en el fondo de su sistema, pero sí en la apreciación de sus aplicaciones... La vida de Morazán entraña no tanto una serie dilatada de hechos, de esfuerzos y heroísmos, cuando una serie de altas ideas y de fecundas enseñanzas... cometió gravísimos y trascendentales errores en su vida militar y política... pero si hay errores en la vida del guerrero y del político, nunca pueden hallarse crímenes en la vida del república... Morazán, aunque equivocado algunas... es y será un gran modelo... habían en él tres eminentes cualidades: firmeza de voluntad, inteligencia perspicaz y previsora y una sensibilidad delicada...»
Rafael Heliodoro Valle escribió: «En abril de 1829, cuando México se debatía en la guerra civil a causa de la primera sucesión Presidencial, un hombre extraordinario intentaba en la República Federal de Centro América la primera reforma liberal de este continente... Año ilustre en la historia de las ideas, porque Francisco Morazán daba el primer golpe formal de una casta que durante el régimen español se sentía con la misión providencial de monopolizar riqueza y privilegios... por eso, Morazán, sin que América se enterara de su osadía, por la falta de comunicaciones, daba desde Guatemala un nuevo y viril acento en la Historia de América, haciéndose democracia efectiva, llamando a cuentas a quienes no querían rendirlas y abriendo audazmente la brecha de la reforma. Creía en el gobierno del pueblo y para el pueblo, desde antes de Lincoln. Defendía la ley frente a las arbitrariedades de los que se imaginaban que una nación es el patrimonio de unos cuantos. Tenía fe en el progreso humano, en la dignidad de conciencia, en la salvación del hombre».
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