Erección del Municipio
A mediados de la segunda mitad del siglo pasado, en la hacienda de La Cueva, jurisdicción de Cacaopera, se había constituido un valle de alguna importancia, que tanto por el número de sus habitantes como por la riqueza agrícola de la comarca, merecía ser elevado a la categoría de pueblo. Siendo Presidente de la República el doctor Rafael Zaldívar, el Poder Legislativo emitió un decreto, con fecha 15 de febrero de 1882, en virtud del cual se fundó en la hacienda de La Cueva y teniendo como base el caserío de este mismo nombre, un nuevo pueblo, el que se denominaría de Corinto, encomendándose al Gobernador del Departamento la designación del "lugar o localidad donde debe situarse dicho pueblo" y facultándose al Poder Ejecutivo para que, "previas las formalidades de la ley, se proceda a la expropiación del terreno". En 1890 el pueblo de Corinto, incorporado en el distrito de Ozicala y departamento de Morazán desde su fundación, tenía 1,700 habitantes.
Título de Villa
Habiendo el pueblo de Corinto "alcanzado un alto grado de progreso comercial y agrícola, con notable incremento de su población", el Poder Legislativo, siendo Presidente de la República el general Maximiliano Hernández Martínez, otórgale el título de villa el 21 de julio de 1933.
Arqueología
En su jurisdicción se encuentra la célebre "Gruta del Espíritu Santo" o "Gruta de Corinto", verdadera Capilla Sixtina de los cacaoperas, de la cual el doctor Santiago Ignacio Barberena ofrece los siguientes datos: "Está vaciada en una roca, en forma de huso esférico, siendo sumamente clara. La cara interna de la bóveda, que es de piedra está cubierta de innumerables inscripciones, de distintas formas, pintadas con una sustancia roja, la mayor parte de ellas, y a una altura, en tal número y tal tamaño, que no cabe sospechar sean obra de uno o más ociosos. El tiempo y sobre todo la incuria han borrado, más o menos completamente algunas de esas inscripciones. De las que se conservan en mejor estado citaré una que representa un hombre alto y desnudo, parado, haciendo arco con las piernas. Hay gran número de figuritas apareadas, cogidas de las manos, y muchísimas más aisladas, de tamaño poco mayor del natural, pintadas de varios colores (unas coloradas, otras azules, otras amarillas, etc). También se ven otras figuras que parecen jeroglíficos. Véase asimismo otra figura, medio borrada, que representa un hombre con resplandor y otro adorándolo".
Verlo en:
http://www.fisdl.gob.sv/content/view/875/143/
A mediados de la segunda mitad del siglo pasado, en la hacienda de La Cueva, jurisdicción de Cacaopera, se había constituido un valle de alguna importancia, que tanto por el número de sus habitantes como por la riqueza agrícola de la comarca, merecía ser elevado a la categoría de pueblo. Siendo Presidente de la República el doctor Rafael Zaldívar, el Poder Legislativo emitió un decreto, con fecha 15 de febrero de 1882, en virtud del cual se fundó en la hacienda de La Cueva y teniendo como base el caserío de este mismo nombre, un nuevo pueblo, el que se denominaría de Corinto, encomendándose al Gobernador del Departamento la designación del "lugar o localidad donde debe situarse dicho pueblo" y facultándose al Poder Ejecutivo para que, "previas las formalidades de la ley, se proceda a la expropiación del terreno". En 1890 el pueblo de Corinto, incorporado en el distrito de Ozicala y departamento de Morazán desde su fundación, tenía 1,700 habitantes.
Título de Villa
Habiendo el pueblo de Corinto "alcanzado un alto grado de progreso comercial y agrícola, con notable incremento de su población", el Poder Legislativo, siendo Presidente de la República el general Maximiliano Hernández Martínez, otórgale el título de villa el 21 de julio de 1933.
Arqueología
En su jurisdicción se encuentra la célebre "Gruta del Espíritu Santo" o "Gruta de Corinto", verdadera Capilla Sixtina de los cacaoperas, de la cual el doctor Santiago Ignacio Barberena ofrece los siguientes datos: "Está vaciada en una roca, en forma de huso esférico, siendo sumamente clara. La cara interna de la bóveda, que es de piedra está cubierta de innumerables inscripciones, de distintas formas, pintadas con una sustancia roja, la mayor parte de ellas, y a una altura, en tal número y tal tamaño, que no cabe sospechar sean obra de uno o más ociosos. El tiempo y sobre todo la incuria han borrado, más o menos completamente algunas de esas inscripciones. De las que se conservan en mejor estado citaré una que representa un hombre alto y desnudo, parado, haciendo arco con las piernas. Hay gran número de figuritas apareadas, cogidas de las manos, y muchísimas más aisladas, de tamaño poco mayor del natural, pintadas de varios colores (unas coloradas, otras azules, otras amarillas, etc). También se ven otras figuras que parecen jeroglíficos. Véase asimismo otra figura, medio borrada, que representa un hombre con resplandor y otro adorándolo".
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http://www.fisdl.gob.sv/content/view/875/143/
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